viernes, 11 de diciembre de 2009

Fragmentodeunanovelaquenoexiste

Yo solamente me senté a esperar el día, porque...hay algunas mañanas en las que el cielo luce como un camino. Estarás vos también cantando las mañanitas? Claro que lo haces, abrís la ventana, sacas tu cabeza y tus ojos también se abren (sin tiempo). Todo es un ensueño sin infierno. Y créeme, tus ojos no mienten, son tan reales que ni las estrellas podrían imitarlos. Montañas de cebolla aptas para lagrimear se deleitan ante tu sonrisa estrellada, vals con cangrejos y caracoles, los dragones nacieron para ser abrazados? Cualquiera sea la respuesta, yo te abrazare, porque vos fuiste el único que descubrió aquella niña soñadora en... Lo siento, pero no me arrepiento de mi, tengo unas horribles e inútiles ganas de abrazarte. Ojala pudiera decirte que estamos a mano y en paz, pero yo nunca me olvido de vos, yo nunca me olvido de nada, no tengo esa capacidad uff...saber la verdad antes de tiempo es algo así como darle a la tristeza una fiesta de bienvenida. Es esta mi lucidez. Cualquiera de estos días me puedo enamorar o aprender a matar. Leyendo y releyendo El Árbol de Diana, mi cuerpo es una carta colmada de niños perdidos. Por eso, seguí tapándole los ojos a la eternidad. Tus realidades, sótanos de realidades y el miedo que nace. Si, como Venus nace.

Y yo, estando un poco sin mi, me voy a enamorar y aprenderé a matar esta semana, en este mundo...


XimenaLu

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