lunes, 30 de noviembre de 2009

Acerca del aire que respiro...


Yo te llamo, madrugada. Siento frió. Esta gélida sensación es hermosa. Tanta belleza inútil, las esperanzas huyen de la noche. Noche opaca que alucina con cazar almas insomnes de gestos cansados por tanta lucidez. Y es que en el reino del silencio, uno tiende a escribir las lagrimas en la piel cuando pierde fe, y sabes...en él también habitan pequeños seres sonámbulos que se seguirán por las esquinas de la soledad hasta tomarse y abrazarse, en esta u otra vida. Y ahora , que mi arco iris se ha marchado, te cuento que mi alma tiene una cavidad que deposita tu nombre, inmóvil, me ayuda a inflar globos, a pincelar el aire... Me pregunto porque no prepare una sonrisa a media noche. Desearía sonreirle a mi sombra, y contarle que falta menos. Pero no. Yo soy buena fracasando, sabes? Siempre tuve la sensación de que había algo vulgar en el triunfo. Me quedo atrapada en mi gentil nido y los objetos que solia poseer , me poseen : escritorio, lampara, biblioteca, pared pared pared, y otra mas.

El bondi está por pasar, y yo lo esperaré...me subiré e iré a ningún lado.

Finalmente, a la bandeja se la lleva la sirvienta sin delantal.

Sol de la fortuna, apareciste... sé que detrás de tu ojo habita una nube de paz. Te cantaré alguna canción de bienvenida en nombre de todos los seres alados que se esconden en algún lugar.

XimenaLu.

sábado, 28 de noviembre de 2009

Fragmento

"-Al parecer- dijo a Nietzsche aquella mañana, mientras observaba el informe del hospital-. Herr Muller ha dormido mucho mejor que el doctor Breur.-A continuación, le relato la noche que habia pasado: el dormir inquieto, el temor, los sueños, las obsesiones, su preocupacion por haberle revelado demasiado.
Nietzsche asentia mientras Breur hablaba y anoto los sueños en el cuaderno.
-Como sabe, doctor Breur, yo también he pasado noches como la que usted acaba de describir. Anoche, con solo un gramo de cloral, dormí cinco horas seguidas, pero esto no es normal en mi. Al igual que usted, sueño y me asfixio con los temores nocturnos. Como usted , muchas veces me he preguntado porque reina el temor en la noche. Después de estar veinte años preguntándome lo mismo, ahora creo que los temores no nacen en la oscuridad, sino que mas bien son como las estrellas: siempre están ahí, solo que oscurecidos por el resplandor del día."

El Día que Nietzsche lloró- Irvin D. Yalom